¿Por qué hay tan pocos matrimonios interraciales?


El hecho de casarse o unirse en pareja dentro del mismo grupo étnico o racial, prácticamente ha sido la norma durante la historia de la humanidad.
Pero hace poco tiempo, este comportamiento ha comenzado a cambiar muy lentamente. Según los científicos, esto es muy positivo.
Veamos porqué hay pocos matrimonios interraciales y porqué la ciencia asegura que este cambio es beneficioso.



Cualquier persona que haya estudiado este tema sabe que, el concepto de "raza" es muy difícil de precisar. En un sentido social, la raza está cargada de significados. En un sentido biológico, la raza es mucho más imprecisa. Pero supongamos, por el bien del argumento, que las categorías raciales humanas son claramente separables y biológicamente significativas.


Según datos de la Oficina del Censo de EEUU, en 2011 la cifra de matrimonios de distintas razas en ese país, era de 4,7 millones, el 8,3% del total.
En 1980 esta misma cifra era del 2,9%.
Dadas las amplias y variadas corrientes inmigratorias que ha tenido, USA es uno de los países dónde más uniones interraciales se producen.
Hispanos y asiáticos son quienes tienen mayores niveles.

Haciendo historia

El mayor capítulo de la historia evolutiva humana, es representado por tribus cazadoras y recolectoras de alimentos que vivían en la sabana africana.
Al día de hoy, todavía tenemos sobre la tierra algunas tribus que viven en forma similar a como vivían aquellos grupos, los Xingu en Brasil, los Kung en África o los pueblos Inuit en el Ártico. Todas estas tribus todavía mantienen estrictas reglas acerca de las interacciones sociales dentro y fuera del grupo racial.

Esto nos lleva a pensar que se trata de algo muy profundo dentro de nosotros, un prejuicio ancestral, que de alguna manera, todavía sigue vigente en las sociedades modernas.
La evidencia antropológica y biológica muestra que la endogamia (obligación o tradición de contraer matrimonio con personas de la misma raza, casta o etnia) ha sido la regla durante la historia del hombre sobre la tierra.

Dejando de lado las cuestiones sobre las tradiciones culturales, podríamos preguntarnos si existe algún imperativo biológico, que haya llevado a la humanidad a este tipo de prácticas.

Los psicólogos evolucionistas aseguran que las personas prefieren aparearse con individuos de su misma raza, ya que esto aumenta la probabilidad de pasar nuestro material genético a las generaciones futuras. Sus hijos van a heredar más características genéticas, ya sea de usted o de su cónyuge, si usted y su pareja son "racialmente" similares.
A esto se le conoce como "cruzamiento positivo" y predice una preferencia biológicamente impulsada por parejas étnicamente afines.
En las culturas endogámicas, esto es la norma.


Hasta 1967 en EEUU, las leyes prohibían a los blancos contraer matrimonio con personas de otras razas. Incluso después que se anularan todas estas leyes, por muchos años, los matrimonios interraciales siguieron siendo fuertemente resistidos.

Los problemas de la endogamia

Los biólogos saben muy bien que los períodos prolongados de endogamia tienden a exagerar las debilidades dentro de una raza.
Los agricultores y veterinarios saben que poblaciones puras de plantas y animales suelen ser físicamente más diminutas, inmunodeficientes y con un creciente desarrollo anormal.
La razón es que se pasan los genes dañinos dentro de una población endogámica hacia abajo y se hacen cada vez más factibles de ser expresados con cada nueva generación, es lo que se conoce como ‘depresión endogámica’.
Por ejemplo, la mayoría de los perros dálmatas son portadores de genes que dan lugar a la sordera. Como consecuencia, entre un 15 y un 20% de esta raza de perros son sordos de al menos una oreja.
Fenómenos similares se pueden ver en las poblaciones humanas, por ejemplo la alta prevalencia de anémicos falciformes en el África subsahariana, la enfermedad de Tay Sachs entre los judíos Ashkenazi o la variedad de enfermedades que sufrió la línea española de los Habsburgo.


La ciencia y la mezcla de razas

Los biólogos evolucionistas aseguran que el cruzamiento racial, si bien todavía las cifras son bajas, está aumentando a nivel global, es cierto que en algunas zonas más que otras, sobre todo gracias a las enormes corrientes migratorias de los últimos 100 años. Además indican que en la medida que estas cantidades aumenten, veremos generaciones física y mentalmente más capaces.

Esto se debe a que cuando se cruzan muy diferentes genotipos, las debilidades genéticas de un progenitor se equilibran con los genes heredados del otro.
A esto se le denomina como vigor híbrido o heterosis.
Basta ver el éxito que la agricultura ha obtenido, como resultado de mejoras en cultivos a partir de cruzamientos con líneas de genes híbridos.

Los expertos concluyen que, aunque no se puede realizar experimentos con personas de la misma manera que se hacen con plantas, hay una gran cantidad de evidencia científica para afirmar que la heterosis ha sido y será beneficiosa para la humanidad.