Particularidades de nuestro cuerpo que nos pueden ayudar


Generalmente cuando algo en nuestro cuerpo nos molesta, nos duele o nos hace sentir incómodos, lo más común es tratar esa molestia o dolor en el lugar dónde se produce… sin saber que en ocasiones, algunas reacciones del organismo son reflejos de otras partes del cuerpo, y quizás, la solución a ese problema es mucho más sencilla de lo que nos hubiésemos imaginado. Veamos algunos ejemplos.



Si tienes acidez… duerme mejor sobre tu lado izquierdo, esto permite crear un ángulo entre el estómago y el esófago para que los ácidos no puedan pasar a tu garganta.


Cuando tengas la nariz tapada… presiona el paladar con la lengua y con un dedo sujeta la parte superior de la nariz bajo el entrecejo, esto permite que las secreciones se muevan y puedas respirar.


Toser reduce el dolor mientras te vacunan… cuando toses al momento que te inyectan, se aumenta la presión en el pecho y en la espina dorsal, lo que inhibe los conductores de dolor de la médula.


Cuando tengas un dolor de muela… frota un hielo en tu mano, debes pasar el trozo de hielo por la zona en forma de “v” que se produce entre el dedo pulgar y el dedo índice en el lado contrario a la palma. Esto reduce el dolor a la mitad, ya que este sector está conectado a los receptores de dolor de la cara.


Cuando te quemes… primero limpia la zona afectada y después presiona la herida con un dedo o haz presión con la mano en la quemadura, ya que esto permite volver a la temperatura inicial y evita la aparición de ampollas.


Si te emborrachas o te sientes mareado… apoya la mano sobre una mesa o superficie estable, esto hace que tu cerebro recobre la sensación de equilibrio y evitarás que todo gire a tu alrededor.


Si eres de hacer ejercicio y te gusta salir a correr… respira cuando apoyes el pie izquierdo, esto evitará que sientas picor en el pecho, ya que si respiras cuando apoyas el pie derecho causas presión en el hígado.


Cuando estas muy nervioso/a… introduce el dedo pulgar en tu boca y sopla, esto ayudará a que tu corazón deje de latir tan rápido a partir de la respiración y esto hará que te calmes.


Si te pica la garganta… ráscate el oído, al presionar los nervios de la oreja, se genera un reflejo inmediato en la garganta que produce espasmos y alivia la molestia.


Al beber algo muy frío seguramente te duela la cabeza… esto se produce porque el paladar se enfría y el cerebro lo interpreta, por eso debes colocar tu lengua sobre el paladar para que vuelva a su temperatura normal.


Si estás frente a la PC y tu vista falla… cuando fijas tu vista en un objeto cercano como por ejemplo un ordenador, la vista se cansa y falla. Para ello, cierra tus ojos, contrae el cuerpo y aguanta la respiración por un momento, luego relájate.


Cuando se te duerma un brazo o una mano… gira tu cabeza de un lado a otro y verás como la sensación pasa en unos instantes, ya que las extremidades superiores se duermen por presión en el cuello. Por el contrario, si es una pierna o un pie, la mejor solución es caminar unos segundos.


Si quieres aguantar más la respiración bajo el agua… antes de sumergirte, haz muchas respiraciones rápidas y fuertes para lograr que el ácido de la sangre desaparezca, pues es éste último el que causa la sensación de ahogo.


Para aguantar las ganas de orinar, piensa en sexo… efectivamente, cuando sientas fuertes ganas de evacuar la vejiga y no tengas un baño cerca, piensa en sexo, esto entretiene a tu cerebro y por tanto disminuye el estrés.